El palo de agua que cayó sobre Tucupita la noche de este lunes sacó de la tranquilidad a una familia en Ciudad Bendita.
Ya el deteriorado techo no aguantó más y se desplomó ahora toca buscar para resolver ese techo roto en la deprimida economía que afecta a personas humildes que en algún momento vieron en estas casitas una solución y ahora se han convertido en un calamar.
Resguardarse de la lluvia, el sol y hasta de los indeseables que podrían ver una debilidad en esta vivienda.
La familia que vive en esta vivienda papá y mamá trabajan en organismos del Estado, ojalá puedan conseguir respuesta ante la solicitud que harán a las autoridades, ya que por cuenta propia no tienen cómo resolver este «detalle».