Me permito tomar en préstamo el citado vocablo japonés – bastante conocido- el cual, con precisión, no tiene una traducción literal en nuestro castellano o español, pero puede definirse como «la razón de vivir» o «la razón de ser»; lo que hace que la vida valga la pena como existencia humana.
La libertad, acendrada en nuestro cromosoma social, constituyó la motivación natural, legítima e intrínseca por la que lucharon nuestros próceres en las gestas independentistas.
El Ikigai nuestro, en tanto en cuanto libertad, es la fuente inagotable de la vida venezolana, vivida plenamente.
En todo tramo epocal, cualquier circunstancia sombría que haya pretendido menoscabar la libertad – la ikigai que nutre nuestra herencia societal- ha sido conjurada.
! VIVA VENEZUELA LIBRE. GLORIA AL BRAVO PUEBLO..!