Durante muchas décadas en sectores campesinos, comunidades rurales e indígenas de Venezuela, la figura de la parteras era de gran reconocimiento.
Las enseñanzas, atención, cuidado y recomendaciones de estas mujeres eran muy valiosas, no necesitaban título médico, con amor y cariño realizaban su trabajo extraordinario.
Muchos hombres y mujeres nacidos entre las décadas de los 60, 70 y 80, fueron atendidos en su nacimiento por parteras, quienes pueden dar fe de ello.
Una de las recomendaciones realizadas por estas mujeres, llamadas también comadronas, amamantar al niño un año, que la mujer parida durante los tres primeros meses, no debía hacer ningún tipo de desarreglo (barrer, cocinar, cargar agua, limpiar, entre otros).
Las infusiones de canelas con anís estrellado, era el te recomendado, después de los tres meses la mujer parida tenía que purgarse, las relaciones sexuales eran después de los seis meses.
Hoy en día esas prácticas ancestrales se han dejado de hacerse, por lo que, están a punto de extinguirse.