“Estamos obligados a comparecer ante la Corte”

Llama la atención el cruce de comunicados, esta semana, entre las cancillerías de Venezuela y Guyana al cumplirse 125 años del Laudo Arbitral de París, hecho que se dio un 3 de octubre de 1899; documento que Venezuela jamás ha reconocido, e insiste en que todo el pleito que se arrastra debe solucionarse según a lo que está escrito en el Acuerdo de Ginebra de 1966 que aceptaron el Reino Unido, la entonces Guayana Británica y Venezuela.
Todavía se encuentran opiniones contrarias a asistir a la próxima cita ante ese tribunal, donde ahora se ventila la controversia.
Sin embargo, el Dr. Abraham Gómez, quien ha sido un estudioso por más de 45 años de este caso, que jamás ha dejado de analizar todas las implicaciones de este asunto, es del criterio que sí debemos hacer acto de presencia para el 11 de agosto del año 2025, cuando  corresponderá exponer las incontrovertibles pruebas de nuestra propiedad, como nación, sobre la disputada extensión territorial.
Parece que la posición suya, de asistir, no la comparten la Cancillería venezolana ni los integrantes de la Comisión de la Asamblea Nacional por el Esequibo y la soberanía territorial; lo decimos por los recientes comunicados publicados por ambos organismos.
Abraham Gómez: “He sido respetuoso de todo cuanto se discute y dirime en las instituciones que usted señala; ese mismo trato he recibido por parte de ellos. En algunas ocasiones coincidimos, obviamente, por cuanto manejamos un Asunto de Estado; no obstante, en otras oportunidades, y sobre puntos específicos, sostenemos criterios divergentes. Fíjese, por ejemplo, yo siempre he dicho que debemos encarar la contención jurisdiccionalmente, que hay que dar la cara en ese Alto Tribunal. ¿Qué pasó después del referendo consultivo de diciembre del año pasado?, que nuestra delegación compareció, en esta primera fase llamada postulatoria, para consignar el memorial de contestación de la demanda que nos hizo Guyana. Se hizo lo correcto”.
Dr. Gómez, hay una parte en el comunicado de la cancillería de Venezuela que señala que no reconocen la jurisdicción de la Corte Internacional de justicia para que se aboque a este caso, y que todo debe arreglarse según el Acuerdo de Ginebra.
A.G “Tu observación contiene dos elementos que es necesario discernir por separado. Vamos con la primera. Hay que distinguir entre jurisdicción y competencia. La Corte, en sí misma posee jurisdicción, porque son magistrados formalmente designados por la ONU, para proceder, conforme a su propio Estatuto; lo que podría cuestionarse sería su competencia; es decir, el elemento específico otorgado para conocer forma y fondo de esta controversia, pero resulta que el día 18 de diciembre de 2020, esa Sala resolvió tal incertidumbre, con base al artículo 36, de su Estatuto y se confirió la competencia. Qué nos queda, entonces, echar para adelante con toda nuestra alforja de probanza.
En relación a lo que mencionas sobre el Acuerdo de Ginebra suscrito por las partes, el 17 de febrero de 1966, ciertamente, es el único documento válido, con pleno vigor jurídico para afrontar el litigio. Prestemos atención, además, que el Acuerdo de Ginebra refiere como alternativa de solución todo cuanto abarca el artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas y allí, exactamente, nos encontramos con el arreglo judicial, por ante la Corte.
No es que deseemos buscar vías distintas para una posibilidad práctica y satisfactoria. Es que tal documento, el Acuerdo de Ginebra, reenvía a la Carta de la ONU y ésta sostiene el arreglo judicial. Ni más ni menos.
Por lo visto, no nos quedará otra opción que nuestra delegación se presente y exponga las justificaciones porqué decimos que la Guyana Esequiba es Nuestra.
A.G “Así mismo es. No debemos tener ningún temor. En estricto derecho este juicio lo gana Venezuela. Digo más. A Guyana le conviene que nuestra delegación no comparezca para ellos invocar el artículo 53 de la Corte, que contempla juzgar a la parte que se ausente.
Ustedes, quienes manejan el caso ¿están en permanente comunicación. ¿Analizan e intercambian criterios de lo que sea más conveniente para el país?
A.G “Si. Constantemente. Aunque hay algunos sectores que ya casi no se pronuncian, como lo habían hecho meses atrás. Nos habíamos conseguido con personas que pensaron que se trataba de un propagandismo político-partidista más; y se cansaron rápido.
Entonces, por lo que nos está explicando no nos queda otra salida que asistir y presentar nuestros escritos, ¿Cierto?
A.G:” Efectivamente. Estamos obligados a comparecer por ante ese Cuerpo Jurisdicente, y develar el ardid tramposo que se perpetró con el nulo e írrito Laudo, de ingrata recordación. Como también, exponer, con lujo de detalles nuestro acervo histórico, jurídico y cartográfico”.

¿Para cuándo puede haber una sentencia sobre el caso?
A.G:” En condiciones normales, estimamos que para finales del próximo año habría una decisión o fallo por parte de la Corte; una vez que examine todo cuanto aportarán las partes en sus alegatos.

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