La mujer abogada que sirve con el alma

Tributo a la Doctora Joalis Adriana Pineda Montilla

 

Dr. Crisanto Gregorio León

“El trabajo es amor hecho visible”.
– Khalil Gibrán

En tiempos donde la rapidez se desplaza a la profundidad, y donde el individualismo parece tomar ventaja sobre la vocación de servicio, es justo y necesario detenerse a reconocer a quienes, con humildad, constancia y nobleza, honran su profesión y engrandecen a la sociedad desde el lugar que ocupan.

Hoy dedico esta esta epístola a una joven mujer cuya forma de ejercer el derecho es un ejemplo de compromiso, humanidad y belleza interior. Este es un homenaje a la Doctora Joalis Adriana Pineda Montilla, abogada que no solo representa la ley, sino que también encarna los más altos valores del servicio al prójimo.

En medio de las jornadas densas de los tribunales, donde los tiempos se entrecruzan con las urgencias, emerge una figura serena que no necesita alzar la voz para hacerse notar: la de la Doctora Joalis Adriana Pineda Montilla. Su presencia no irrumpe, pero deja marca; su paso no retumba, pero edifica. Porque no es solo abogada: es servidora. Y su vocación no es simplemente legal, sino también profundamente humana.

Su labor diaria va más allá del cumplimiento. La Doctora Pineda Montilla trabaja con una delicadeza rigurosa, con una atención al detalle que no nace del perfeccionismo vacío, sino del profundo amor por lo bien hecho. Porque ella comprende que la justicia no se logra con frialdad, sino con alma. Y que detrás de cada expediente hay una vida que merece respeto, escucha y compasión.

En su trato, reina la cortesía; en su actuar, la coherencia.
No se limita a cumplir con lo justo, sino que abraza lo noble.
No se encierra en el protocolo, sino que extiende una mano abierta al que llega con esperanza. Y es que su servicio no es solo a las personas: es también, en lo más íntimo, una forma de servir a Dios.

Su belleza —profunda y serena— reside en su mirada atenta, en su trato gentil, en esa sonrisa leve que ofrece sin ostentación, como quien sabe que el verdadero poder está en la bondad. Y así, mientras el mundo se apresura, ella calma. Mientras otros imponen, ella escucha. Mientras muchos olvidan, ella recuerda que cada causa merece su entrega.

Por eso, este homenaje no es solo un reconocimiento profesional. Es, sobre todo, una expresión de gratitud. Gratitud por su ejemplo de mujer íntegra, de profesional impecable, de creyente silenciosa que entiende que su vocación también puede ser un apostolado. Porque en su ejercicio diario, la Doctora Pineda Montilla también actúa como la buena samaritana: se inclina, ayuda, acompaña. Y lo hace sin alardes, pero con profunda dignidad.

Este texto no pretende más que expresar una verdad sencilla pero luminosa: que en ella, la ley se vuelve puente, la justicia se hace humana, y el servicio se convierte en acto de amor.

Gracias, Doctora Joalis Adriana Pineda Montilla, por recordarnos que la excelencia, cuando se vive con humildad, se convierte en luz para todos. Feliz cumpleaños.

“El más noble de los hombres es aquel

que obra con bondad por convicción, no por costumbre”.
– Khalil Gibrán

crisantogleon@gmail.com 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *