Con varios homenajes por parte de amigos, compañeros de la cultura, alumnos que a lo largo de su existencia dedicada al arte de la danza, Amalio Vásquez, ícono y patrimonio de Delta Amacuro, fue velado en su casa de Delfín Mendoza.
Un grupo de niños y adolescentes bailaron música venezolana junto a la también emblemática Noritza Pereira, quien con dolor rindió este homenaje al maestro Amalio Vásquez.
Se hacía extraño no verlo junto a sus danzas Wirinoko junto a Noritza, academia que forjaron hace 26 años.
Noritza tuvo palabras para los presentes, reconociendo a la persona de Amalio y tratando de entender su pérdida. «Amalio no ha muerto, Amalio está aquí», dijo, expresó.
Diferentes expresiones culturales se hicieron presentes, músicos, bailes y este sábado fue llevado a descansar. Paz a su alma.



