“En el pico de contaminación primaria (enero a marzo), los valores de contaminación son más elevados, lo que supone riesgos para la población en general”, señala el investigador. “Después de este pico, los valores de contaminación bajan y pueden llegar a 0 durante la temporada de lluvias. Pero a partir de agosto aparece un nuevo pico de contaminación, que dura hasta octubre, creando un pico de contaminación secundario. Caracterizamos este trimestre como un ‘pico secundario’ porque los valores de contaminación son más bajos, ofreciendo mayor riesgo a una porción más sensible de la población, como los niños y los ancianos”, detalla.
Debido a que parte del estado está por encima del Ecuador, en Roraima el período seco dura de octubre a marzo y el período lluvioso de abril a septiembre, al contrario de lo que ocurre en el resto del país.
Para que se hagan una idea del problema, en los cuatro años analizados por los científicos del Inpa, en 70 días la calidad media del aire fue clasificada como “insalubre para grupos sensibles”, “insalubre” o “muy insalubre”. Por otro lado, en 255 días la lectura máxima de concentración de contaminantes tomada a lo largo del día alcanzó la clasificación de “insalubre para grupos sensibles”, “insalubre”, “muy insalubre” o “muy pobre” (ver la tabla).
¿Cómo se realizó la investigación?
Los investigadores observaron datos de calidad del aire durante 1290 días, entre julio de 2020 y mayo de 2024. La investigación analizó los promedios diarios (variación a lo largo del día) del grado de contaminación y también los máximos diarios (pico de insalubridad del día).
Según los promedios diarios, Boa Vista tuvo 689 días (53,4%) con la calidad del aire considerada buena. Sin embargo, en los otros 601 días (46,6%), la calidad del aire presentó algún grado de riesgo para los residentes. En el análisis de los máximos diarios, la ciudad tuvo un pico de aire insalubre en 1010 días (78,3%), mientras que la calidad considerada buena sufrió una fuerte caída en 280 días (21,7%) (ver tabla arriba).
Para llegar a los resultados, los científicos utilizaron dos sensores PurpleAir. La tecnología está conectada a Internet y fue instalada en Boa Vista en 2020. Según el estudio, hay otros sensores instalados en Roraima, pero ninguno tiene series temporales adecuadas para formatear cualquier tipo de patrón que pueda resultar en un análisis científico. .